lunes, 21 de marzo de 2011

La ingratitud no posee limites

Este post es mas un desahogo que una reflexión en si...

En esta vida siempre conseguiremos personas que van a obtener facilidad de nuestras buenas intenciones. El sabor amargo que te dejan esas personas cuando hacen eso, no se compara, a lo indignante que es cuando se hacen pasar por nuestros amigos para obtener algo de nosotros.

Durante toda mi vida me eh dedicado a aconsejar, a ayudar, o a mover las cosas para conseguir un bien en común; siempre pensando en los demás primero que en mi, pero llegado a cierto tiempo me eh vuelto voluntariamente egoísta, haciendo las cosas pensando primero en mi, pero claro, sin olvidar que puedo ayudar a los demás también mientras hago eso, por que siempre  acababa sin nada y luchando sin ayuda de nadie, ya sea en la escuela o en un grupo de amigos individuales apartados de la vida cotidiana.

El día que comencé a pensar primero en mi que en los demás, sin dejar de tomar en cuenta a todos los que me rodean, pude obtener al menos algo, cuando todos se iban y me dejaban con las manos vacías, todas estas personas que abusaron de mi, de mi gratitud, de mi confianza, de mi esfuerzo y de mi amistad con sus mascaras y su falsedad, se que van a pagar el karma de sus acciones, por que Dios es bondadoso pero justo, si no creen en el, las fuerzas de la vida se encargaran de eso de todas formas.

"No podemos consolarnos de ser engañados por nuestros enemigos y vendidos por nuestros amigos; pero quedamos regularmente satisfechos cuando lo somos por nosotros mismos". François de La Rochefoucauld, Reflexiones o sentencias y máximas morales

No hay comentarios:

Publicar un comentario